13/5/10

CRUZATENERIFE 2010 - La Crónica de Santi Martín

Buenas noches,

Adjunto crónica de la CruzaTenerife, celebrada el pasado sábado 24 de abril sobre un recorrido de 65 kms entre las localidades de Candelaria y Garachico en Tenerife y en la que estuvimos presentes dos pretorianos, Pruden y yo. Espero que os guste.

Un abrazo.


LA CRÓNICA


Candelaria, un pueblo situado en el sureste de Tenerife, a unos 20 kms al sur de Santa Cruz de Tenerife, es el escenario de la salida de la V Edición de la Carrera CruzaTenerife 2010. Son las 5 y media de la mañana del sábado 20 de abril y todavía es noche cerrada en la plaza del Santuario de la Virgen de la Candelaria, patrona de las Islas Canarias. Las nueve imponentes estatuas de bronce de los reyes guanches vigilan cuanto se desarrolla bajo sus pedestales. El pueblo duerme, las calles están todavía silenciosas. En la plaza se escucha perfectamente el suave sonido de las olas del mar rompiendo en la playa. Por las silenciosas calles del pueblo empiezan a aparecer los participantes de la carrera, pertrechados con sus mochilas, bastones, frontales, buffs, portabidones… y tantos otros artilugios y complementos habituales en las carreras de montaña de ultrafondo. Antes, a las 4 y media de la mañana, un autobús me recoge, junto a otros 50 corredores en Puerto de la Cruz, donde me alojo.

Por tanto, el madrugón ha sido considerable y las horas de sueño escasas; en mi caso apenas superan las tres. Mientras esperamos a la salida, los dos Pretorianos de Tomares presentes en esta carrera, Pruden y este que escribe (Santi Martin) se van preparando para lo que les espera. La plaza donde nos encontramos es lugar de devoción y de peregrinación en Canarias por la imagen de la patrona, en nuestro caso es el principio de otra larga peregrinación de 65 kms que nos llevará al otro extremo de la isla, al pueblo de Garachico, en el noroeste de Tenerife, tras superar un fuerte desnivel acumulado de más de 6 kms (3 kms de subida y 3 de bajada). Casi 400 corredores se ponen en marcha a las 6 de la mañana, menos de 300 conseguirán completar el duro recorrido. Dejamos rápidamente atrás Candelario y bajo la luz de los frontales nos internamos pronto en caminos que discurren por barrancos y matorrales de tabaiba, hay que ir muy atento al suelo porque el terreno es muy malo, con muchísima roca suelta y baches. Pruden y yo salimos tranquilos, desde atrás del todo, y compartimos la primera hora de carrera a un ritmo relajado, hablando de las locuras y embrollos en las que nos metemos, y sobre todo de lo que nos espera en Agosto en los Alpes, así como de los 101 km peregrinos, a sólo 2 semanas vista.

A nuestro alrededor todo es silencio, la gente apenas habla, va concentrada; recuerdo lo que contaba Chema del Mont Blanc. Todo el tiempo el camino va picando hacia arriba, vamos ganando altura, mirando hacia atrás se vislumbra el mar allá abajo mientras empieza a clarear hacia el este; el amanecer, desde la subida, se promete espectacular. Llegamos al primer avituallamiento en el pueblo de Arafo, en el kilómetro 9, aqui nos separamos definitivamente Pruden y yo mientras cada uno toma su ritmo para afrontar la terrible y durísima subida que nos queda por delante. Justo después del avituallamiento empiezan las primeras rampas verdaderamente duras y con una pendiente brutal, supongo que al menos del 20%; estas primeras son de asfalto, me pregunto como puede un coche subir por aquí. Escucho a Pruden por detrás jurando en hebreo por culpa de las cuestas y me doy la vuelta para echar una foto, esto me permite ver el impresionante panorama del amanecer, con el mar de fondo, cada vez más abajo, y unas vistas impresionantes de las costa sur de Tenerife. Llegamos al pinar de pino canario de la corona forestal, es el paisaje que nos acompañara durante gran parte de la carrera.

Seguimos subiendo, y subiendo, y subiendo, y subiendo… esto no acaba nunca o que…. obviamente no se puede correr en ningún momento … Recuerdo la también muy dura subida de La Bola el año pasado en Jarapalos, tampoco acababa nunca, aunque esta es mucho peor. Pasamos por zonas de terreno volcánico que dejan estampas de la carrera de gran belleza estética pero muy duras, a la fuerte pendiente se añade el suelo de cenizas volcánicas, por cada metro avanzado se retrocede medio, el avance se hace penoso. Ya no sé cuanto tiempo llevamos subiendo, voy adelantando a muchos corredores que tienen que parar a tomar aliento… de repente hay gente allá arriba, animando, gritando que es la última rampa… he llegado a La Crucita, punto más alto de la carrera… ¡a 1940 metros! contemplo un momento las impresionantes vistas, no me creo que vengamos de allá abajo, junto al mar… de 0 a 1940 metros en 16 kilómetros, para algo más de 3 horas y media de durísima subida ininterrumpida, increíble…. Retomo fuerzas en el avituallamiento de la Crucita y me doy cuenta que ya se ve el mar de costa norte de la isla, estamos en la cresta divisoria de la vertiente norte y la sur.

Al fondo se yergue, impresionante, la mole cónica del Teide, que aún conserva un poco de nieve en su cumbre. Aún no se ha formado el mar de nubes y allá abajo se ve perfectamente Puerto de la Cruz, no me canso de repetirlo, las vistas son impresionantes, es la carrera de montaña más bonita que he hecho, con diferencia. Me lanzo a la alucinante bajada de unos 5 kms y aquí disfruto como un enano, aunque hay que tener mucho cuidado para no descalabrarse. Me acuerdo de Sevi, gran bajador de los pretorianos, hubiera flipado aquí. Aquí echo de menos unas polainas, me entran chinos en las zapas que me obligan a pararme un par de veces. Llego al tercer avituallamiento, km. 21, están muy bien provistos, me tomo un par de bocatas de chorizo con queso, frutos secos, dulces… soy de mucho comer en carreras de ultrafondo.

A continuación el perfil de la carrera se suaviza mucho y podemos disfrutar de unos 10 kms prácticamente llanos, por una buena pista que discurre entre bosques de laurisilva y brezo, muy agradables, en los que puedo correr bastantes tramos. Tras otra fuerte subida, empieza una zona de pista en buenas condiciones que discurre en bajada durante muchos kilómetros, en medio de un bosque de pino. Superamos la maratón, en el km. 44 está el penúltimo avituallamiento, para llegar al siguiente y último (km. 58) debemos recorrer casi 15 kms, que se hacen bastante pesados. Todo el tiempo vamos por una pista forestal en sube y baja, por en medio de un pinar; el mar de nubes se forma y una espesa niebla nos envuelve por momentos, disminuyendo la temperatura y la visibilidad hasta unas decenas de metros. Me empiezo a encontrar muy fatigado, aunque todavía corro bastantes tramos, y se me hace muy muy larga la llegada al siguiente avituallamiento. Por los comentarios de otros corredores todo el mundo va más o menos igual; apenas adelanto gente, y tampoco me adelantan muchos a mí.

Por fin llegamos al último avituallamiento (km. 58), y sólo nos queda bajar hasta el mar en Garachico, desde más de 1100 a 0 metros de altitud en 7 kms, es decir, una bajada de 7 kms con un desnivel medio nada más y nada menos que de casi el 16%. Ya Pruden, que había hecho la carrera el año anterior, me había advertido de que esta bajada era terrible para los cuádriceps, y que estirara antes de empezar a bajar. Otros corredores también comentan que la bajada es terrorífica.

Dos datos ilustrativos: 1) dos corredores que había en mi hotel tardaron 1 hora y 45 minutos en hacer estos 7 kms de bajada por lo machacados que iban muscularmente (yo no sé cuánto tardé, creo que no tanto); 2) al día siguiente el señor del mostrador de facturación me contó que también había corrido pero que decidió retirarse ¡en el km. 58! porque sabía lo que le esperaba. Pues nada, comienzo a bajar y las rampas de asfalto efectivamente son terribles, los cuadriceps apenas pueden retenerte y las rodillas sufren de lo lindo, intento ayudarme a frenar con los bastones pero es muy difícil… a mitad de bajada voy destrozado con las rodillas y los cuadriceps, menos mal que me encuentro un voluntario con réflex y me echa una buena ración.

Salimos del mar de nubes, allá abajo se ve el mar de verdad y Garachico, en medio una ladera con un desnivel impresionante, parece que estamos en la vertical del pueblo. Nos queda la bajada por lo que es el recorrido de la carrera del medio kilómetro vertical de Garachico, un continuo zigzag que va perdiendo altura por un terreno infernal de rocas y grava… cuando llego abajo estoy destrozado pero ya no queda nada, entro en el pueblo y llego a la plaza donde está la meta, la gente aplaude, levanto los brazos, grito ¡Tomares vincit!… y logro finalizar la carrera en menos de 10 horas (9 horas y 45 minutos) en el puesto 106. Queda esperar a Pruden, que llega poco más de 1 hora después, tomarnos las cervecitas de la victoria, y descansar… por delante me esperan las agujetas más terribles que he tenido después de una carrera de ultrafondo y que apenas me dejará andar durante casi una semana.

Al día siguiente, antes de volver a casa, la coraza viaja a los Roques de García para la foto de Pretorianos por el mundo con el imponente Teide como escenario. Espero que os haya gustado la crónica, la verdad es que aunque esté lejos, la carrera merece la pena, aunque es durísima, está muy bien organizada y los paisajes son preciosos, además se puede aprovechar para hacer turismo por una isla preciosa como es Tenerife.

Nuestras acompañantes, Rocio y Eva, muchas gracias

Saludos a todos, un abrazo.
FUERZA Y HONOR.
Santi Martin, Doctorimus Vinagriticus.

6 comentarios:

Plum Tachimowsky dijo...

Enhorabuena a los dos
Y las sufridoras acompañantes
Muy buena crónica, Santi, a la altura de un Doctor en Vinagritus ;-)
Fuerza y honor. Plum

Rafael dijo...

Como dice Plum, una crónica excelente.

Uff no quiero imaginarme como sería esa cuesta para tardar casi dos horas en 7 kms, y además de bajada.

Un fuerte abrazo adoquinero para ambos.

PANDURO

Fran dijo...

¡Anda que dónde os meteis! "Pa haberos matao"! Mi más sincera enhorabuena y admiración
Magnífica crónica, Santi
Un abrazo. Salud

SCHEILOR dijo...

Una crónica excelente, con buenas fotografías.

Que maestría describiendo el paisaje, se nota la profesión.

Enhorabuena a los 2 campeones.

Los ultimos susmurais dijo...

Buenas, enhorabuena por la magnífica crónica y las inmensas fotos...., el Mundo se queda pequeñito para los Pretorianos.

Orewa Yaru. Manolook

Santi Martin dijo...

Gracias a todos por vuestros comentarios.