Creamos nuevos caminos. Nuestro nombre no conocerá fronteras. Nuestro credo nos hace inmortales. Nuestro deber es terminar.
20/10/11
II Trail Turdetania - Crónicas
Se adjuntan las crónicas de los pretorianos Pruden y Paco Muñoz. Que las disfrutéis.
LA CRÓNICA DE PRUDEN
Qué jartito estoy de pagar inscripciones y no acudir a las carreras... este año me ha pasado con el Peñalara y alguna otra, y no puede ser, no puede ser.
Total, que no me apunto a la Turdetania, total, si luego no voy a ir... dejo que se agote el plazo, vuelvo de la TDS con las rodillas malamente, pero se me empieza a calentar el pico y llamo a José Luis para que me averigüe un dorsal, me lo consigue, pero las rodillas y la cadera siguen malamente y no puedo pensar en ir, hasta que unos días antes empiezo a encontrarme bien, y me tiro al barro: Iré a la Turdetania.
Como el sábado se fue complicando, no me fui a Sevilla, que era lo lógico, sino que el mismo domingo salí de casa temprano, a las 05:40 ya estaba en la carretera, y aprovechando que estaba casi solo en la autovía, a las 07:20 llego al polideportivo, saludo al resto de la familia pretoriana, firmo la declaración jurada, recojo el dorsal, voy al baño y me voy a la salida, que dan a las 8.
Como son 55 km, dan hasta las 17:00, pero parece que va a hacer baaaastante calor, de modo que mejor será no acabar muy tarde.
(Primer error: No tomarme el laxante el jueves. Segundo error: No calentar bien. Tercer error: No ponerme vaselina en los pezones. Cuarto error: No ponerme protección solar.)
Salgo despacio, con los demás, en la cola del pelotón, y tengo que parar a hacer un pis, de modo que me quedo atrás y tengo que llegar a donde los demás, para el 5º o 6º kilómetro ya voy con Santi, Antonio Pablo y Emilio, y vamos tirando kilómetros bastante bien, pero hay un momento en que no puedo ir a su ritmo y me quedo atrás, hasta que llegamos al avituallamiento de la cantina y allí nos reagrupamos.
Desde la cantina seguimos por la ruta del agua, escasa por cierto, con lo seco que está el campo, y pasamos por zonas bastante bonitas, una ganadería brava, alguna otra de manso, y seguimos hablando tranquilamente, que si la vuelta del verano, que si cuesta empezar nuevamente a correr, que si el sobrepeso, y para justificar el sobrepeso, es entonces cuando Antonio Pablo dice una frase para la historia pretoriana: “ES ÉPOCA DE BEBER CERVEZA”.
Claro, si el verano es estación para beber cerveza, lo que pasa es que nosotros la bebemos hasta en la estación de autobuses... acordaos del último Homenaje...
En fin, que entre bromas y veras, en un momento dado vemos a un pretoriano a lo lejos. Pensamos que era Pepe, Angelito o Joaquín Tejada, pero no, resulta ser Antonio Hans, a quien alcanzamos cuando estaba tratando de convencer a un Lento de Torreblanca para tomarse una cerveza en Castilblanco.
En Castilblanco paramos en el avituallamiento y los demás deciden parar a tomar una cerveza, pero no quiero pararme, le temo al calor más que a un nublao, me como una barra de Ironsuperpowerfuel o algo así, y sigo para adelante, voy andando tranquilamente, corriendo muy poquito por una vereda que va paralela a la carretera, el firme es nada más que regular, pero poco a poco empiezo a animarme y corro más, ya voy intentando atrapar a otros participantes, y lo consigo, cruzamos otra vez la carretera y me dicen que llevamos 40 y tantos kilómetros, pero a mi no me salen más que 39, en fin, sigo para adelante, cebándome en intentar alcanzar a más corredores, y alcanzo el punto de avituallamiento de los búcaros, donde estaban Manolo Ortega y Manolo Muñoz, y me cuentan que el Maki pasó echo un salvaje en el puesto 11. Pa mí que tenemos que echarlo del club, que este corre mucho.
Bueno, le tiro un viaje al búcaro y sigo para adelante por el regatón, voy corriendo bien y voy fijándome en la gente que va delante, atrapando gente, hasta que llega un momento, más o menos donde empezamos a tener un olivar a la derecha, en que noto que el calor empieza a hacerme polvo. Cada vez me cuesta más correr, pero voy a ver si le echo mano a aquel de blanco que va parándose a coger aliento, y cuando estamos a punto de llegar al polígono lo atrapo. Es Polo, que va regular, con un medio golpe de calor, pasamos el polígono y cruzamos la carretera, en la que hay un corredor llamando a Juan.
Parece que está bien, lo dejamos allí y nosotros seguimos, cogemos la pista, cruzamos el charco y nos vamos derechitos para la meta, corriendo sólo el tramo dentro del recinto deportivo, donde está José Luis haciendo de speaker, no le han podido dar otro trabajo que le gustara más, con lo que le gusta un micrófono. No ha estado mal la cosa, hemos bajado de 7 h, 6h56’ para 52.5 km, y la cadera no me ha molestado nada, aunque la rodilla izquierda sí que se ha quejado algo.
Después del hartón de correr, recogemos los trofeos, ducha y a comer. Comida abundante, hidratos de carbono a porrillo, y a estirar un poco; debí estirar más, pero tenía malas sensaciones y no fui capaz de estirar más, así que tres días después sigo teniendo acortados los cuadriceps.
Consecuencias de los errores: Llegué a meta incómodo, con el estómago fastidiado..., mejor no pormenorizo. Tengo los músculos acortados, y me faltó autonomía para correr más en carrera y finalmente, la camiseta me hizo daño en los pezones, que me escocieron bastante desde antes de llegar a la cantina.
En fin, una carrerita más a la saca y un diíta entretenido con la familia pretoriana, que se ha currado tela la colaboración con Deportemanía para organizar este trail. Muchas gracias a todos.
LA CRÓNICA DE PACO MUÑOZ
Yo más que crónica, voy a contar mi particular calvario…
Empezó el sábado por al noche, pues aun no tenía claro con que zapatillas hacer la prueba y mira que lo tengo mas que entrenado, pues hasta el final la puñetera duda, las Mizuno Cabrakan 2 o las Salomon XT Wing 2, que duda… pues como siempre, tomé la elección equivocada, y me calcé las zapatillas que, por muy poco que ruede, con ellas siempre me hago daño en el pie derecho, desde el mismo día que las estrené, siempre le he echado la culpa o a la plantilla, o a que me la aprieto mas que la otra, o a sabe Dios, el tema es que siempre, siempre, me termina fastidiando y como no aprendo, pues a sufrir…
Ya tengo las zapatillas, mi flamantes Mizuno Cabrakan 2, ahora los calcetines, pues los de siempre, los Kalenji Run 800, dos pares, los puestos y un par en la mochila. El agua, las barritas, un bocata… todo listo, a dormir, son mas de la 1 y me tengo que levantar a las 5:15h. para ir al polideportivo a entregar dorsales.
Me levanto a la hora prevista, me visto, desayuno como siempre, pero algo mas copioso, y procuro empezar a hidratarme, el día anterior fui cortito.
Poli de Guillena y a entregar dorsales, saludar amigos, todo bien y superanimao, queda poco, nervio y ansia, analizo todo lo que puedo la carrera, como voy a hacerla, tramo a tramo, hemos quedado Olga y yo que la haremos juntos, y me mentalizo que voy bien entrenado y que no tendré problemas de ningún tipo, las Salomon están en el coche por si en el último momento decido hacer un cambio de zapatillas.
Son las 07:45h. dejamos de repartir los dorsales y me voy al coche a vestirme, Deep Purple a toda caña (¿verdad Jose Luis?), que se entere toda Guillena que estamos allí… Smoke On The Water, y unos de los mejores principios de canción que se hayan escrito… definitivamente salgo con las Mizuno y no tengo previsto cambio alguno durante la carrera “Alea jacta est”. Control de dorsales, nuevo trago largo de agua y junto a mis hermanos Pretorianos en el cajón de salida.
¡¡¡YA!!! Acaban de dar la salida y parsimoniosamente vamos andando, pongo mi gps en marcha, y con Olga, Abencio, Angelito, su amigo de Cantabria, Rafa Borrego, algunos Susmuráis vamos avanzando entre bromas… salimos de Guillena, vamos haciendo metros, y de momento el pie no me molesta, pero noto algo, será mi imaginación, total, llevo bien colocados los cordones, mis mas que probadas plantillas de amortiguación con gel y sobre todo la cabeza bien… ji, Paco, ji… que te creías que no iba a pasar nada. Craso error… nada mas que pasaron unos pocos de kilómetros y pasó o que tenía que pasar, empezaron las molestias, primero el pie derecho, pero traté de aguantar, y aguanté hasta 3-4 km antes de llegar a la cantina, me quité la amortiguación extra del derecho y note alivio, 1km después quité también la amortiguación extra del izquierdo y la liberación total, pero aun no había llegado al 18 (La Cantina) y ya tenía serios problemas, aparte de no poder seguir el ritmo del grupito formado por Olga, Angelito y su amigo. Llego a la Cantina y ellos están terminando de avituallarse, así que cojo el plátano y continuo trotando, como sigo sin poder ir al ritmo de Olga, me uno a Manolo Castro y Andrés, bajamos hasta la presa y trato de dar un tirón, Olga que me ve y vuelve a recogerme. A partir de ahí vamos juntos todo el tiempo. Angelito y su colega siguen a su ritmo y en plena subida de la cuesta del toro los perdemos de vista.
Una palabra, INTERMINABLE, no lo puedo definir de otra manera, se me hizo interminable y cada vez con mas dolor en mi pie derecho, llegamos arriba y puedo trotar un poco, que además parece que alivia. Nos alcanzan Isidro, Manolo y Andrés, pero antes de emprender la bajada a la presa de Castilblanco los adelantamos de nuevo, Isidro me comentó que iba con muchas molestias en la parte trasera de la pierna, lo que viene siendo la corva.
Tras la larga bajada Olga me está esperando en la presa, paro un segundo para quitarme piedrecitas y ponerme bien los calcetines. Empezamos la subida y mas de lo mismo, mas dolor, sin agua, menos mal que apareció Oscar y nos ofreció isotónico… empieza a ser agónico y por detrás nuestra, la incombustible e inasequible al desaliento, “La Veterana”, por supuesto, antes de llegar a su pueblo nos adelantó.
Llegué como pude al avituallamiento, pero estaba desfallecido y totalmente deshidratado, cosa que últimamente viene siendo demasiado habitual.
Como, bebo, y tras un breve paso por el servicio, seguimos, a partir de aquí, las sensaciones son totalmente pesimistas, pero mi objetivo era acabar. En el avituallamiento se retira Manolo Castro, Andrés ya nos había pasado y Justo nos adelanta allí mismo.
Salimos de Castilblanco y como puedo, con mas ganas que fuerzas afronto el final, llegamos al avituallamiento con Manolo Ortega y Manolo Muñoz, no sin antes haberme tambaleado en algún que otro momento, ellos me vieron el careto, me senté y volví a beber hasta hartarme, agua e isotónico.
Tras un descanso, de nuevo a la ruta y a afrontar el final. Solo decir que se hizo largo, tedioso, caluroso, extremadamente caluroso, y llegamos no sin antes parar montón de veces para coger aliento, hasta el polígono. Ya hemos terminado, no quedan ni 3 km. mas de media hora, cruzar la carretera y meternos en la pista a pleno sol, y el remate, cruzar el charquito. DOLOR, MUCHO DOLOR en mis pies, tanto que me impedían andar, las ampollas escocían mucho.
Por fin la meta, José Luis animando y desgañitándose, parafraseando a Estopa: “En el loro, Deep Purple”, jeje, y la última trampa, la rampa de meta.
Gracias a todos por el apoyo que recibí, y sobretodo gracias a Olga por aguantarme durante 9 horas. Solo aquellos que me han acompañado alguna vez en carrera pueden llegar a comprender todo lo que pudo pasar Olga.
P.D. Como me dijo M. Ortega, casi estoy a punto de atar una Mizuno con la otra y revolearla a un cable de alta tensión.
FOTOS DE LA PRUEBA
Entrada por Santi Martin.
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2 comentarios:
Paco, las cabrakan pa mi, que me hace ilusion tener una barquita como Scheilor.
LAS CRONICAS DE LOS DOLORES Y LAS MOLESTIAS. Pá que voy a ir si no me voy a apuntar y si voy que mal lo voy a pasar. Como dijo el cronista....OBJETIVO ACABAR. Para la próxima..ZI ZE PUEE.. sin achaques y con zapatillas bien domadas....jiaaaaau....esto es de rodeo zapatillistico.
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