Los romanos tenían una visión del destino muy diferente de la que tenemos hoy, el destino era algo que daban por hecho, el "factum", lo hecho.
Y que tiene esto que ver con Los Pretorianos de Tomares, vamos a intentar explicarlo:
Hay entrenamiento previsto para el sábado, y por la tarde la Cohorte parte hacia Tentudía, donde participarán en una media maraton de montaña, pues bien.
Ayer andando por el carril bici de Valencina (que no de Gines), había un cartelito pegado de una carrera, como no estoy para muchos trotes lo miré de refilón y segui andando, pero... me pareció leer... ¿siete?, ¿colinas', ¿Tartessos?, así que desanduve lo andado, y me paré a leer el cartelito: Primera carrera de montaña las siete colinas de Tartessos, bueno, esto me suena, y a más de uno os sonará esa idea de ir desde El Carambolo hasta Italíca subiendo las colinas desde las que vemos Babilonia a nuestros pies.
Como no podía ser de otra forma, el destino nos estaba diciendo que teníamos que hacer el domingo, que a una prueba con ese nombre, organizada por el club de atletismo Camas, donde tenemos buenos amigos, y que además era en cierta forma una especie de sueño hecho realidad no podíamos faltar.
Además es una prueba limitada al Club Organizador, y a algunos participantes invitados por dicho Club, por lo que dado el poco tiempo disponible, la siempre bien engrasada maquinaria de éste, nuestro Club, se puso en movimiento y hoy incluido éste lesionado, dieciocho Pretorianos, ya velan sus armas, pulen y sacan brillo a sus corazas, afilan sus gladius; para el domingo, intentar subir y bajar esas colinas, divisar desde lo alto la vieja Hispalis, ver el Betis allá a lo lejos, casi palpar con la mano la tierra de Trajano y Adriano, y hacer ondear sus Entandartes una vez más en esa colina donde ya lo hicieron una vez; en resumen conquistar esas colinas para Orgullo y Gloria de Roma.
Si Jupiter y Astarté nos son favorables allí nos veremos.
25/5/11
IV MARCHA AL ROCIO 2011
Un año mas, el Club Ultrafondo Pretorianos de Tomares ha organizado su IV marcha al Rocio con salida desde Tomares. Sobre 60 personas entre socios y amigos del club realizaron la marcha el pasado fin de semana (21 y 22 de Mayo). La salida se efectuó sobre las 20´00h desde el Polideportivo de Tomares y la llegada tuvo lugar sobre las 9´00 h. del dia siguiente.
Aqui dejamos constancia con un montaje realizado por el Bombero Pretoriano (Departamento de video y fotografía).
Personal del Departamento de video y Fotografia
Manuel Méndez (El Bombe)
Joaquin Tejada
Santi Martín
Aqui dejamos constancia con un montaje realizado por el Bombero Pretoriano (Departamento de video y fotografía).
Personal del Departamento de video y Fotografia
Manuel Méndez (El Bombe)
Joaquin Tejada
Santi Martín
24/5/11
Carnero pretoriano cientounero
Antonio Acebal, quien acompañó a los socios del club en la IV Marcha Pretoriana al Rocio, celebrada el pasado sábado día 21 de Mayo, ha hecho este simpático dibujo y nos lo ha hecho llegar. Le agradecemos su amable gesto.
Desde el departamento pretoriano de blog estamos a la espera de recibir crónicas y/o fotos de la Marcha al Rocío.
14/5/11
101 km - 24 horas (XIV Edición - 2011)
RONDA, 7 Y 8 DE MAYO DE 2011
LA CRÓNICA DE CAYO CRASTINO
Después de 8 ediciones de los 101 finalizadas de forma consecutiva, de las 8 que intentó, Cayo Crastino está convencido de que el mundo del Ultrafondo en general y los 101 en particular es una de las mejores escuelas de formación para la vida que uno puede encontrar…
Km. 59 de carrera, localidad de Setenil de Las Bodegas. Es el momento “de la verdad” porque uno empieza a sentir si será capaz de conseguir el objetivo, si ha acertado en la alimentación e hidratación y si dispone de suficientes reservas de motivación, convencimiento de victoria y capacidad para resistir.
Agradecimiento a quienes, sin ser conscientes de lo trascendental de su labor, nos apoyaron siguiendo la prueba en coche y ofreciendo comida y bebida en todo momento: Pili y sus hijos, Mariló, Milagros, Celia, Pilar, Maite y familia. Ni se imaginan la importancia de lo que han hecho.
Es un momento difícil porque los 10 Pretorianos que van en equipo rodeando “la barra” con Emilio tienen que tomar una decisión. Javier Raposo decide abandonar porque no puede mantener el ritmo del resto y no quiere ser un lastre para los demás aunque sería capaz de continuar si el avance fuera más lento, pero la espera de más de una hora se hace insoportable para el grupo porque el frío empieza a pasar factura al cuerpo y a la moral de los demás poniendo en peligro la continuidad en carrera de otros miembros del equipo.
Se decide dividirse sacrificando la clasificación oficial por equipos e incluso la clasificación individual al existir un único pasaporte para cada equipo y forman 2 nuevos grupos con el objetivo prioritario de poder mantenerse todos en carrera:
Javi, Oscar Pajares, Polo, Fran, El Niño, Pepe Roldán, Emilio y Ángel Benito se adelantan y detrás continúan Scheilor, Javier Raposo, José Luis Cuéllar (buen amigo de Javier), Cayo Crastino y Manolo Castro. Mariló fue, sin duda, la responsable del cambio de actitud de Javier Raposo.
Km. 78 de carrera, Campamento de La Legión. Se suceden episodios continuos en el comedor de participantes que sufren mareos, desfallecimientos y desmayos que ponen a prueba con nota de sobresaliente a los servicios médicos desplegados por La Legión.
Es uno de los momentos clave de la prueba y una auténtica “trampa” para quienes llegan al límite de sus fuerzas.
Los Pretorianos de Tomares también sienten en carne propia la dureza de la situación y tienen que asimilar los abandonos de Juani, con 3 desfallecimientos, Emilio (compañero invidente) quien sufre mareos que le obligan a tumbarse en el suelo al igual que a Manolo Castro. Nuestro Javi decide abandonar, aún teniendo fuerzas para seguir, sacrificándose por Emilio a quien había que cuidar, acompañar y ayudar a ducharse, ¡chapeau por Javi!.
En esos momentos (¿1h. 30m. de la madrugada?) sabíamos que Abencio, Manolo Ortega y Potaje también habían abandonado. El resto seguía luchando en carrera formando grupos para resistir esa noche interminable con temperaturas en descenso y mucho barro en la zona de la cueva del gato.
Teníamos información de que por delante El Maki, Santi, Pedro Maqueda, Chema, Pruden, Pablo Carvajal, Manolito Muñoz y Plácido conseguían el objetivo.
También Joaquín Tejada, Manolo Pérez y Pepe Martín alcanzaban la meta realizando juntos todo el recorrido.
Luis Jiménez, Juan Carlos Rocha y Manuel Sánchez hicieron lo propio sin separarse y entrando en meta con un Antonio Carvajal pletórico quien recibía una llamada de su hija preguntándole: Papá, ¿ya te has ganado la coraza?.
Por detrás sabíamos que el cuarteto formado por Justo, Juan Carlos, Luis de Juan y Antonio Hans se mantenía firmes para llegar a meta.
Nos faltaba Rafa Iza, quien se unió al grupo de Javier Raposo en el cuartel y con ellos Pepe González y Joaquín García Torrado.
LA ORGANIZACIÓN
Tras las dudas creadas en la edición de 2009 (en 2010 no pudo celebrarse la prueba), en esta edición la organización ha conseguido el objetivo y reconocemos con satisfacción que el prestigio de la carrera se mantiene intacto porque todo lo relativo a la gestión de las inscripciones, los avituallamientos, la disposición en la salida de corredores y ciclistas, así como la insustituible actitud de entrega de las Damas y Caballeros Legionarios, han hecho posible alcanzar una buena nota que no debe perderse en el futuro.
LO QUE NO SE VE
Aunque es complicado compartir una casa para cerca de 30 personas como hicimos en esta ocasión, creo que compensa porque la convivencia antes y después de la carrera son momentos que se disfrutan de forma especial y fomentan lazos de amistad; solo cuando uno se lo pasa bien es posible asumir el esfuerzo que supone recoger los dorsales de todos con antelación, localizar la casa, realizar compra de comida para tantas personas, colaborar en las tareas, recaudar el dinero, cocinar, etc.
Cuando un grupo humano funciona es porque todo el mundo aporta algo pero quiero destacar la labor de Javi porque ha sido crucial en todo lo referente a la organización, la de Abencio en recoger todos los dorsales con antelación y la de Justo en realizar la compra el jueves, cocinar y preocuparse de disponer de la furgoneta del Ayuntamiento de Tomares para transportar comida y material.
LOS MEJORES MOMENTOS
Lo ocurrido en la noche del viernes en esa cena donde nos juntamos 40 personas (había compañeros alojados en Ronda) fue emotivo porque Pablo Carvajal nos leyó su carta de solicitud para ingresar en el Club como socio, después de más de 4 años entrenando con nosotros, no pudo elegir mejor momento…en la víspera de los 101. También hicimos entrega de corazas a Plácido, Fran y Emilio disfrutando de instantes que se quedarán en la retina de los que estuvimos allí.
La entrada en meta sobre las 8:00 h. de la mañana con Scheilor, Javier Raposo, Rafa Iza, José Luis Cuéllar, Pepe González y Joaquín García Torrado fue emocionante…se entonaron aquellas frases que le gusta gritar a Cayo cuando se siente bien…”Hoy me siento Pretoriano…por correr con mis hermanos…tal vez no llegue el primero…pero iré con compañeros…”
MÁS AGRADECIMIENTOS Y FELICITACIONES
Desde la una de la madrugada recibí varias llamadas del Bombero Pretoriano quien no pudo acompañarnos y se fue a correr por los alrededores de Gelves (Sevilla) para desahogarse por no poder estar con nosotros: te sentimos cerca y quiero darte las gracias.
A Pablo Carvajal por convencer a Manolo Muñoz para que no abandonara y finalizar juntos la carrera.
A Antonio Hans porque fue capaz de llegar a meta con una lesión de rodilla que arrastra desde hace tiempo.
A mi compañero de trabajo, Juan Jesús, felicitarle por conseguir finalizarla esperando le hayan sido útiles los entrenamientos que compartió con los Pretorianos.
A Oswald, Mª Angeles y Portu con quienes compartí parte de la subida de la cuesta del cachondeo, mi enhorabuena a los tres.
A Javier de Marchena, me alegro de que la semilla de los 101 empiece a dar sus frutos en ese magnífico Club Maratón Marchena y que en próximas ediciones se vean más camisetas naranjas de vuestro Club.
A Miguel Angel Pérez Maqueda (El Maki), pero no solo por conseguir ese magnífico tiempo de 11h. y 40m. en su primera participación sino porque después de llegar a meta estuvo toda la noche pendiente del resto de compañeros atendiendo y trasladando a los retirados.
Al Gran Tribuno Justo porque después de lo ocurrido en los 100 kms. de Mérida era muy importante para él llegar a la meta y el día anterior sufrió una gastroenteritis siendo capaz de preparar la cena de todo el grupo sin probar bocado.
Al Ayuntamiento de Tomares agradecerle, una vez más, su demostración de apoyo poniendo a disposición del Club una furgoneta para transportar comida y material hasta Ronda y utilizarla como “lanzadera” para recoger compañeros retirados o llegados a meta y llevarlos a nuestro “cuartel Pretoriano” cerca de Arriate.
MENCIÓN ESPECIAL
Mensaje de ánimo y afecto para Manolo Soto (El Hielo) quien está pasando por un mal momento. No me enteré a tiempo para poder llevar esa pulsera blanca en la prueba ni tuve ocasión de saludarte pero te envío desde aquí todo mi apoyo.
Saludos cientouneros.
José Luis Martín Pérez
Dorsal 3006.
Informó Santi Martin.
LA CRÓNICA DE CAYO CRASTINO
Después de 8 ediciones de los 101 finalizadas de forma consecutiva, de las 8 que intentó, Cayo Crastino está convencido de que el mundo del Ultrafondo en general y los 101 en particular es una de las mejores escuelas de formación para la vida que uno puede encontrar…
Km. 59 de carrera, localidad de Setenil de Las Bodegas. Es el momento “de la verdad” porque uno empieza a sentir si será capaz de conseguir el objetivo, si ha acertado en la alimentación e hidratación y si dispone de suficientes reservas de motivación, convencimiento de victoria y capacidad para resistir.
Agradecimiento a quienes, sin ser conscientes de lo trascendental de su labor, nos apoyaron siguiendo la prueba en coche y ofreciendo comida y bebida en todo momento: Pili y sus hijos, Mariló, Milagros, Celia, Pilar, Maite y familia. Ni se imaginan la importancia de lo que han hecho.
Es un momento difícil porque los 10 Pretorianos que van en equipo rodeando “la barra” con Emilio tienen que tomar una decisión. Javier Raposo decide abandonar porque no puede mantener el ritmo del resto y no quiere ser un lastre para los demás aunque sería capaz de continuar si el avance fuera más lento, pero la espera de más de una hora se hace insoportable para el grupo porque el frío empieza a pasar factura al cuerpo y a la moral de los demás poniendo en peligro la continuidad en carrera de otros miembros del equipo.
Se decide dividirse sacrificando la clasificación oficial por equipos e incluso la clasificación individual al existir un único pasaporte para cada equipo y forman 2 nuevos grupos con el objetivo prioritario de poder mantenerse todos en carrera:
Javi, Oscar Pajares, Polo, Fran, El Niño, Pepe Roldán, Emilio y Ángel Benito se adelantan y detrás continúan Scheilor, Javier Raposo, José Luis Cuéllar (buen amigo de Javier), Cayo Crastino y Manolo Castro. Mariló fue, sin duda, la responsable del cambio de actitud de Javier Raposo.
Km. 78 de carrera, Campamento de La Legión. Se suceden episodios continuos en el comedor de participantes que sufren mareos, desfallecimientos y desmayos que ponen a prueba con nota de sobresaliente a los servicios médicos desplegados por La Legión.
Es uno de los momentos clave de la prueba y una auténtica “trampa” para quienes llegan al límite de sus fuerzas.
Los Pretorianos de Tomares también sienten en carne propia la dureza de la situación y tienen que asimilar los abandonos de Juani, con 3 desfallecimientos, Emilio (compañero invidente) quien sufre mareos que le obligan a tumbarse en el suelo al igual que a Manolo Castro. Nuestro Javi decide abandonar, aún teniendo fuerzas para seguir, sacrificándose por Emilio a quien había que cuidar, acompañar y ayudar a ducharse, ¡chapeau por Javi!.
En esos momentos (¿1h. 30m. de la madrugada?) sabíamos que Abencio, Manolo Ortega y Potaje también habían abandonado. El resto seguía luchando en carrera formando grupos para resistir esa noche interminable con temperaturas en descenso y mucho barro en la zona de la cueva del gato.
Teníamos información de que por delante El Maki, Santi, Pedro Maqueda, Chema, Pruden, Pablo Carvajal, Manolito Muñoz y Plácido conseguían el objetivo.
También Joaquín Tejada, Manolo Pérez y Pepe Martín alcanzaban la meta realizando juntos todo el recorrido.
Luis Jiménez, Juan Carlos Rocha y Manuel Sánchez hicieron lo propio sin separarse y entrando en meta con un Antonio Carvajal pletórico quien recibía una llamada de su hija preguntándole: Papá, ¿ya te has ganado la coraza?.
Por detrás sabíamos que el cuarteto formado por Justo, Juan Carlos, Luis de Juan y Antonio Hans se mantenía firmes para llegar a meta.
Nos faltaba Rafa Iza, quien se unió al grupo de Javier Raposo en el cuartel y con ellos Pepe González y Joaquín García Torrado.
LA ORGANIZACIÓN
Tras las dudas creadas en la edición de 2009 (en 2010 no pudo celebrarse la prueba), en esta edición la organización ha conseguido el objetivo y reconocemos con satisfacción que el prestigio de la carrera se mantiene intacto porque todo lo relativo a la gestión de las inscripciones, los avituallamientos, la disposición en la salida de corredores y ciclistas, así como la insustituible actitud de entrega de las Damas y Caballeros Legionarios, han hecho posible alcanzar una buena nota que no debe perderse en el futuro.
LO QUE NO SE VE
Aunque es complicado compartir una casa para cerca de 30 personas como hicimos en esta ocasión, creo que compensa porque la convivencia antes y después de la carrera son momentos que se disfrutan de forma especial y fomentan lazos de amistad; solo cuando uno se lo pasa bien es posible asumir el esfuerzo que supone recoger los dorsales de todos con antelación, localizar la casa, realizar compra de comida para tantas personas, colaborar en las tareas, recaudar el dinero, cocinar, etc.
Cuando un grupo humano funciona es porque todo el mundo aporta algo pero quiero destacar la labor de Javi porque ha sido crucial en todo lo referente a la organización, la de Abencio en recoger todos los dorsales con antelación y la de Justo en realizar la compra el jueves, cocinar y preocuparse de disponer de la furgoneta del Ayuntamiento de Tomares para transportar comida y material.
LOS MEJORES MOMENTOS
Lo ocurrido en la noche del viernes en esa cena donde nos juntamos 40 personas (había compañeros alojados en Ronda) fue emotivo porque Pablo Carvajal nos leyó su carta de solicitud para ingresar en el Club como socio, después de más de 4 años entrenando con nosotros, no pudo elegir mejor momento…en la víspera de los 101. También hicimos entrega de corazas a Plácido, Fran y Emilio disfrutando de instantes que se quedarán en la retina de los que estuvimos allí.
La entrada en meta sobre las 8:00 h. de la mañana con Scheilor, Javier Raposo, Rafa Iza, José Luis Cuéllar, Pepe González y Joaquín García Torrado fue emocionante…se entonaron aquellas frases que le gusta gritar a Cayo cuando se siente bien…”Hoy me siento Pretoriano…por correr con mis hermanos…tal vez no llegue el primero…pero iré con compañeros…”
MÁS AGRADECIMIENTOS Y FELICITACIONES
Desde la una de la madrugada recibí varias llamadas del Bombero Pretoriano quien no pudo acompañarnos y se fue a correr por los alrededores de Gelves (Sevilla) para desahogarse por no poder estar con nosotros: te sentimos cerca y quiero darte las gracias.
A Pablo Carvajal por convencer a Manolo Muñoz para que no abandonara y finalizar juntos la carrera.
A Antonio Hans porque fue capaz de llegar a meta con una lesión de rodilla que arrastra desde hace tiempo.
A mi compañero de trabajo, Juan Jesús, felicitarle por conseguir finalizarla esperando le hayan sido útiles los entrenamientos que compartió con los Pretorianos.
A Oswald, Mª Angeles y Portu con quienes compartí parte de la subida de la cuesta del cachondeo, mi enhorabuena a los tres.
A Javier de Marchena, me alegro de que la semilla de los 101 empiece a dar sus frutos en ese magnífico Club Maratón Marchena y que en próximas ediciones se vean más camisetas naranjas de vuestro Club.
A Miguel Angel Pérez Maqueda (El Maki), pero no solo por conseguir ese magnífico tiempo de 11h. y 40m. en su primera participación sino porque después de llegar a meta estuvo toda la noche pendiente del resto de compañeros atendiendo y trasladando a los retirados.
Al Gran Tribuno Justo porque después de lo ocurrido en los 100 kms. de Mérida era muy importante para él llegar a la meta y el día anterior sufrió una gastroenteritis siendo capaz de preparar la cena de todo el grupo sin probar bocado.
Al Ayuntamiento de Tomares agradecerle, una vez más, su demostración de apoyo poniendo a disposición del Club una furgoneta para transportar comida y material hasta Ronda y utilizarla como “lanzadera” para recoger compañeros retirados o llegados a meta y llevarlos a nuestro “cuartel Pretoriano” cerca de Arriate.
MENCIÓN ESPECIAL
Mensaje de ánimo y afecto para Manolo Soto (El Hielo) quien está pasando por un mal momento. No me enteré a tiempo para poder llevar esa pulsera blanca en la prueba ni tuve ocasión de saludarte pero te envío desde aquí todo mi apoyo.
Saludos cientouneros.
José Luis Martín Pérez
Dorsal 3006.
Informó Santi Martin.
12/5/11
Pesquerías de un Marine Pretoriano
Por Pruden.
El pasado jueves santo, el marine pretoriano salió a entrenar un rato por la tarde, por su recorrido habitual de los domingos y festivos, el camino que va desde Valverde de Leganés hasta San Jorge de Alor, cruzando la ribera que alimenta al pantano de Piedra Aguda (el pantano de Valverde, por si me lee alguien de Olivenza).
Como es natural después de 35 litros/m2 de lluvia en dos días, la ribera y los arroyos tributarios iban muy cargados de agua, y como además no tenía mucho tiempo, el marine pretoriano no cruzó la ribera sino que se volvió atrás, y al cruzar uno de los arroyos vió algo que se movía en la corriente, y ese algo era un pez que iba remontando aguas arriba para desovar; no es que el pez fuera Moby Dick ni que el marine pretoriano se transformase por momentos en el capitán Achab, pero no se sintió arredrado por la fuerza de la corriente y se metió derecho en el agua.
No se tiró de cabeza porque se habría pegado un carajazo terrible en una cuarta de profundidad, pero vaya, que no le importó mojarse (de hecho, un rato antes había caído una manta de agua impresionante, de las que sólo son capaces de soportar los marines pretorianos) y se metió en el arroyo con zapatillas y todo. Tras una titánica lucha, finalmente el marine pretoriano consiguió atrapar a la fiera, que resultó ser una carpa de cerca de un kilo. Con la captura en las manos, el marine pretoriano sopesó las posibilidades y decidió devolver a la fiera al arroyo, no sin antes hacerse un par de fotos con el móvil para poder compartirlas con el resto de los pretorianos y poder contar la historia sin que le llamasen mentiroso. Y ahí están las fotos, para que veais lo que es un entrenamiento, no las tonterías esas de las cuestas de Camas, los entrenamientos de José Luis a media mañana, ni nada de eso.
Al objeto de afinar en lo posible su preparación para Ronda, al día siguiente el marine pretoriano decidió hacer otro entrenamiento como el del día anterior, también bajo la lluvia, que no ha cesado hasta sumar 52 litros/m2 en tres días, que le han dado la vuelta al campo. Inasequible a las adversidades meteorológicas, el marine pretoriano llegó al mismo arroyo del día anterior, aún más cargado de agua, y lo primero que vió fue otro pez tratando de remontar la corriente. Con la reciente experiencia del día anterior, el marine pretoriano se fue derecho al agua y no encontró mayor dificultad en atrapar al primo de zumosol de la carpa del día anterior, ni en soltarlo, ni en atrapar inmediatamente después al hermano menor y soltarlo también en la ribera, haciéndose las fotos de rigor para que el cronista oficial de la III cohorte pretoriana, Doctorimus vinagriticus, las incorpore al blog pretoriano.
Un tanto disipada la emoción de la pesca sin caña, el marine pretoriano decidió continuar el entrenamiento, de modo que se puso el reloj y empezó a salir del cauce, pero vió una tercera carpa y le pudieron los nervios y el ansia pretorianos, no podía dejarlo ir, había que cogerla, no hay dos sin tres, hay que alimentar la leyenda pretoriana, ganarse la inmortalidad con nuestras acciones, así que a por ella se fue, y después de bregar en medio de las aguas, la cogió, pero al cogerla se magulló un poco en la parte dorsal (el marine pretoriano no, el barbo) y además le hizo un corte accidental con la hebilla del reloj y el pez, un pedazo de pez, más de un kilo de carpa, cerca de medio metro de bicho, sangró un poco por el corte, de modo que el marine pretoriano optó por no devolver a Moby Dick a la corriente y se lo llevó para casa, donde le dio cristiana sepultura en su pretoriano estómago.
Informó Santi Martin
El pasado jueves santo, el marine pretoriano salió a entrenar un rato por la tarde, por su recorrido habitual de los domingos y festivos, el camino que va desde Valverde de Leganés hasta San Jorge de Alor, cruzando la ribera que alimenta al pantano de Piedra Aguda (el pantano de Valverde, por si me lee alguien de Olivenza).
Como es natural después de 35 litros/m2 de lluvia en dos días, la ribera y los arroyos tributarios iban muy cargados de agua, y como además no tenía mucho tiempo, el marine pretoriano no cruzó la ribera sino que se volvió atrás, y al cruzar uno de los arroyos vió algo que se movía en la corriente, y ese algo era un pez que iba remontando aguas arriba para desovar; no es que el pez fuera Moby Dick ni que el marine pretoriano se transformase por momentos en el capitán Achab, pero no se sintió arredrado por la fuerza de la corriente y se metió derecho en el agua.
No se tiró de cabeza porque se habría pegado un carajazo terrible en una cuarta de profundidad, pero vaya, que no le importó mojarse (de hecho, un rato antes había caído una manta de agua impresionante, de las que sólo son capaces de soportar los marines pretorianos) y se metió en el arroyo con zapatillas y todo. Tras una titánica lucha, finalmente el marine pretoriano consiguió atrapar a la fiera, que resultó ser una carpa de cerca de un kilo. Con la captura en las manos, el marine pretoriano sopesó las posibilidades y decidió devolver a la fiera al arroyo, no sin antes hacerse un par de fotos con el móvil para poder compartirlas con el resto de los pretorianos y poder contar la historia sin que le llamasen mentiroso. Y ahí están las fotos, para que veais lo que es un entrenamiento, no las tonterías esas de las cuestas de Camas, los entrenamientos de José Luis a media mañana, ni nada de eso.
Al objeto de afinar en lo posible su preparación para Ronda, al día siguiente el marine pretoriano decidió hacer otro entrenamiento como el del día anterior, también bajo la lluvia, que no ha cesado hasta sumar 52 litros/m2 en tres días, que le han dado la vuelta al campo. Inasequible a las adversidades meteorológicas, el marine pretoriano llegó al mismo arroyo del día anterior, aún más cargado de agua, y lo primero que vió fue otro pez tratando de remontar la corriente. Con la reciente experiencia del día anterior, el marine pretoriano se fue derecho al agua y no encontró mayor dificultad en atrapar al primo de zumosol de la carpa del día anterior, ni en soltarlo, ni en atrapar inmediatamente después al hermano menor y soltarlo también en la ribera, haciéndose las fotos de rigor para que el cronista oficial de la III cohorte pretoriana, Doctorimus vinagriticus, las incorpore al blog pretoriano.
Un tanto disipada la emoción de la pesca sin caña, el marine pretoriano decidió continuar el entrenamiento, de modo que se puso el reloj y empezó a salir del cauce, pero vió una tercera carpa y le pudieron los nervios y el ansia pretorianos, no podía dejarlo ir, había que cogerla, no hay dos sin tres, hay que alimentar la leyenda pretoriana, ganarse la inmortalidad con nuestras acciones, así que a por ella se fue, y después de bregar en medio de las aguas, la cogió, pero al cogerla se magulló un poco en la parte dorsal (el marine pretoriano no, el barbo) y además le hizo un corte accidental con la hebilla del reloj y el pez, un pedazo de pez, más de un kilo de carpa, cerca de medio metro de bicho, sangró un poco por el corte, de modo que el marine pretoriano optó por no devolver a Moby Dick a la corriente y se lo llevó para casa, donde le dio cristiana sepultura en su pretoriano estómago.
Informó Santi Martin
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