16/4/07

LXVII MILLAS ROMANAS - IX EDICIÓN 16/04/07

ORGULLO DE SENTIRSE PRETORIANO DE TOMARES…

Captar ese momento y retenerlo…km. 29…pasada la media noche…8 amigos corriendo a ritmo de caza de la cabeza de carrera…silencio cómplice…alguien grita, ¡Equipo!...¡Los 8 juntos como un solo brazo!...

Se trata de una prueba dónde el número de participantes no supera los 200 corredores y marchadores, lo que supone la ventaja de poder saludarlos a casi todos…y ser tratado por la organización de forma exquisita…

La prueba consiste en recorrer 100 kms., con 3 circuitos diferenciados que finalizan en el mismo punto de encuentro situado en el Polideportivo Diocles…

- El primer tramo de 37 kms. transcurre junto a las dos orillas del Guadiana y finaliza cruzando ese puente romano de 792 metros construido en el siglo I a.c.

- El 2º tramo de 27 kms. se desarrolla en subida por un camino embarrado hasta el embalse de Proserpina (Diosa romana de los infiernos).

- El 3º tramo de 36 kms. y único que se realiza de día tiene un recorrido entre los pueblos de Valverde, San Pedro y Trujillanos y debido a las últimas lluvias la primera parte fue un auténtico calvario al convertirse en zona pantanosa dónde algunos corredores metieron la pierna hasta la rodilla en algunos charcos dónde era imposible correr.

Desde Tomares (Sevilla), partían 3 coches la tarde del viernes 13 de abril, para participar por segunda vez en una de las pruebas favoritas de los Pretorianos con 3 circuitos diferenciados y la única de 100 kms. con dos terceras partes de la misma que transcurren por la noche, la salida fué a las 21:00 horas del viernes.

Antes de comenzar, el cielo poblado de nubes y la caída de las primeras gotas parecía indicarnos que el agua y el barro tendrían un protagonismo que nadie deseaba…

Con la entrada de la noche y tras los primeros 10 kms. de calentamiento, los Pretorianos empiezan a organizarse y a pensar en sus 3 objetivos básicos en una carrera de ultrafondo:

- Que crucen la línea de meta el mayor número de participantes cultivando el sentimiento de equipo.

- Dosificar el ritmo corriendo con cabeza, con el más lento del grupo como referencia.

- No dejar sólo jamás a un Pretoriano en dificultades quedándose al menos otro Pretoriano con él.

Los primeros 37 kms. transcurren con el grupo compacto muy cerca de la cabeza de carrera y entre chistes y risas para olvidarse momentáneamente de las dificultades que estaban por llegar (creo que siempre recordarán el rato divertido escuchando el chiste que contaba Isidro porque tuvieron que parar para no desternillarse de risa).

El 2º circuito de 27 kms. comenzaba con una subida constante de 8 kms. dónde el frío y la humedad empezaba a dejar mella en sus cuerpos…incluso con los frontales y linternas más de uno metió el pié en varias de las trampas en forma de charcos que se extendían por toda la ascensión…se despistaron por otro camino y con la sensación de llevar raquetas de nieve, con más de un centímetro de barro en las zapatillas dan media vuelta para buscar el camino correcto…

Estaban deseando alcanzar el embalse de Proserpina para volver a correr y poder quitarse el barro de las zapatillas…

Bordearon corriendo con ganas el embalse, cuyo diámetro parecía interminable hasta alcanzar el avituallamiento y poder satisfacer la necesidad de cargarse de alimento y líquidos en forma de galletas, fruta , agua y bebidas isotónicas…

En ese momento, sobre las 5:00 de la madrugada, se enfrentan a la primera adversidad seria, el amigo Polo, quien mantenía en su Currículum 0 abandonos, les comunica que las molestias en el tobillo le impiden continuar y que no podrá acabar la prueba…en situaciones como esta distinguir la existencia de una amenaza de lesión real, de una tentación de retirarse ante el sufrimiento que se avecina, no es nada fácil al mezclarse el dolor físico y el psicológico pero la experiencia y el sentido común debe prevalecer y ante la existencia de dolor creciente en un tobillo…debe dejar la prueba…Javier también tenía muchas molestias en los gemelos…

Al finalizar el 2º tramo (km. 64 de carrera) la situación era la siguiente:

- Polo y Javier tienen que retirarse.

- Por delante Isidro se lanza hacia el Polideportivo Diocles para acabar el 2º tramo y comenzar el 3º.

- Cayo Crastino decide dejar de “jugar a correr” porque se siente con ganas de “CORRER-CORRER” y marcha tras la estela de Isidro.

- Nuestro “Presi” Justo Conde y Rafael Pérez se conjuran para continuar juntos y afrontar a su ritmo la parte final de la prueba.

Al comenzar el 3º tramo se encuentran con los participantes de las XXV millas romanas (36 kms.). Este año la organización tuvo la feliz idea de dar la posibilidad de participar en la prueba a quienes preferían una distancia inferior con una salida programada para las 9:00 de la mañana del sábado sobre el tercer tramo del recorrido de la prueba…allí estaban los “refuerzos”: el abuelo Pretoriano Cañete y los amigos del Club Atletismo San Pablo (Lutgardo, Juanjo, José Antonio, Elvira y Manolo Martínez).

Podrían ser las 8:00 de la mañana cuando Cayo Crastino sale para afrontar los últimos 36 kms.

El Abuelo Pretoriano parte a continuación hasta cruzar la meta y superar el tremendo desgaste de perderse durante más de una hora…resulta sorprendente que el magnífico equipo que organiza la prueba no tenga mayor apoyo institucional para contar con los medios suficientes que eviten los numerosos despistes por la deficiente señalización del recorrido.

Km. 70 de carrera…Cayo Crastino sin parar de trotar, a un ritmo lento pero constante, empieza a disfrutar corriendo sólo, con 30 kms. por delante y 70 kms. por detrás…se siente fuerte y empieza a buscar sus mejores reflexiones…hacía tiempo que no se sentía tan seguro de sus fuerzas…sabe que por delante Antonio Lopera, el más fuerte del grupo, llegará a meta sin dificultades…Isidro a continuación iba sólo pero se encontraba bien y tenía detrás a Rafael Pérez y a Justo Conde, quien nos sorprendió a todos con una carrera soberbia demostrando porque siempre será nuestro “Presi”…era muy importante para él conseguir el preciado trofeo del “miliario romano” porque el año pasado no pudo participar por lesión y la organización tuvo el detalle de regalárselo…pero el sabía que para merecerlo tenía que cruzar el km. 100…

Km. 85 de carrera…se oye un grito por detrás…¡Pretoriano!...Cayo Crastino sonrie al ser alcanzado y reconfortado por sus amigos del Club Atletismo San Pablo, Lutgardo, José Antonio y Juanjo, quienes participaron en el último tramo y le acompañaron 2 kms. hasta entrar en la localidad de Trujillanos…

Los Pretorianos de Tomares no son ningún Club ni pretenden serlo, son un grupo de amigos que sencillamente disfrutan corriendo con una ACTITUD que intenta fomentar el espíritu de equipo, que se divierten y que encuentran en las carreras de ultrafondo el escenario ideal para fomentar los valores de solidaridad y compañerismo…por ello si de algo pueden presumir es de haberse ganado el respeto y cariño del colectivo atlético que participa en carreras de ultrafondo…llevar un casco de romano es una simple anécdota que sólo suele llevar una minoría de ellos porque encuentran de ese modo una motivación especial que les hace sentirse mejor, pero lo más importante es la ACTITUD que intentan difundir…por eso deseaba expresar el ORGULLO DE SENTIRSE PRETORIANO DE TOMARES…

Cayo Crastino nunca olvidará el sabor de la primera cerveza que tomó al cruzar la línea de meta…y tampoco a la persona que se la ofreció…Rafael Iza…desde ayer tu grupo de buenos amigos acaba de aumentar…

¡Salud e Ilusión!
José Luis Martín Pérez (dorsal nº 60)
PRETORIANO DE TOMARES